La especie es originaria de África centro meridional (Angola, Botswana, Lesotho, Malawi, Mozambique, Sudáfrica, Swaziland y Zimbabwe) donde crece preferiblemente sobre suelos arenosos, pedregales y pendientes rocosos.

Es una herbácea cespitosa, alta cerca 25 cm, con hojas de forma variable en la fase juvenil, luego profundamente lobadas, de color verde oscuro y rugosas al tacto superiormente, por la presencia de cortas cerdas irregularmente distribuidas, y recubiertas por un tomento gris plateado inferiormente. La inflorescencia solitaria, de cerca 6 cm de diámetro, sobre un pedúnculo largo 8-10 cm, es el típico capítulo de las Compositae, constituido por una multitud de flores sésiles insertada en espiral sobre una base redondeada, el receptáculo, circundada por un involucro campanulado constituido por una doble serie de brácteas.

Especie de fácil cultivación, es considerada por muchos la más ornamental del género por la larga floración, que va desde la primavera hasta bien entrado el otoño, y los colores vivaces y luminosos de sus flores.

Puede ser utilizada en pleno sol (en la sombra las flores no se abren) como cubre suelo, por borduras y manchas floridas, en asociación con otras gazanias, y en jardines rocosos, donde a menudo se auto siembra. Se adapta a cualquier tipo de suelo, si bien perfectamente drenante y puede soportar largos períodos de sequía y bajas temperaturas, hasta cerca -10 ºC, en climas áridos; por su velocidad de crecimiento y precocidad de floración puede ser cultivada como anual.

Se adapta también a la cultivación en tiestos, en sustratos particularmente drenantes y aireados; los riegos deben ser moderados en verano, prácticamente suspendidos en invierno, evitando encharcamientos que pueden ser letales.